La aplicación de la psicología en los ámbitos jurídicos y forenses constituye una disciplina relativamente reciente en nuestro medio, a la vez genera gran expectativa en la sociedad que está constituida por ciudadanos que buscan justicia en los diversos foros. La actuación de los profesionales psicólogos está conduciendo a resultados altamente satisfactorios, tanto por su contribución en las evaluaciones realizadas en la práctica del ejercicio profesional como en el ámbito explicativo de la teoría del delito y en la génesis de la conducta criminal, siendo además de suma importancia conocer la contraparte de todo este proceso: cuál es el rol que cumple la víctima en el mismo. Según los diversos autores que se estudiaran en la presente asignatura, la víctima puede ser la causa principalísima del delito y no solo es menester analizar la actuación del criminal sobre el que cae tradicionalmente todo el peso de la ley y de la investigación. Posteriormente, la víctima ya sea niño, adolecente o adulto va requerir una psicoterapia en dos sentidos: para que no desfallezca y cambie su versión al momento de la respectiva audiencia y para el restablecimiento de su salud mental que le permita reinsertarse a la sociedad, superando los estigmas y etiquetamiento que se sufre después de un agravio. El psicólogo que labore en esta área requiere una alta especialización, puesto que los resultados obtenidos a lo largo de su labor profesional, se expondrán ante un juez, siendo sometido constantemente a debate, a fin de poder dilucidar los aspectos más relevantes del caso. Por lo tanto, parte de la labor profesional del psicólogo en esta área, es conocer los factores psicológicos inmersos en la víctima de diversos delitos: violencia hacia la mujer e integrantes del grupo familiar, violación de la libertad sexual, mobbing, etc.